viernes, 4 de julio de 2008

Nos detuvimos.




Acaso te llamaras solamente María../ No sé si eras el eco de una vieja canción,/ sólo se que una noche fuiste hondamente mía/ sobre un paisaje triste, desmayado de amor...

El Otoño te trajo, mojando de agonía,/ tu sombrerito pobre y el tapado marrón.../ Si eras como la calle de la Melancolía,/ que llovía... llovía sobre mi corazón.

(...)


(Cátulo Castillo, 'María')


"Ellos siempre harán que un enamorado se sienta un tonto" café de por medio esa frase se repetía en mi cabeza, yo que en ese instante me decidía a empezar a fumar, como si alguna imagen de Humprey Bogart me diera la certeza de que la agonía se pasa mejor con vicios, y como si desde afuera una cámara me filmara, quería padecer de una bella manera. El suicido era la única salida viable, pero rencoroso yo, sabía de la perfección de la idea y no la barajaba como algo para hacer, en cierto punto lo disfrutaba, pero nunca, nunca me tomé en serio. Fracaso de fracasos, intentando tomar whisky como si eso fuera... me hiciera. Remedio de remedios."Recogeré las piezas y compondré mi corazón, realmente no sé por dónde empezar" tres cubitos de hielo haciendo su característico sonido cuando muevo el vaso bruscamente, cuando busco desesperadamente la razón ajena, busco eso que me delega su imagen, una melancolía caprichosa y necesitada,

"Nunca podrás cambiar el modo en que sienten".

Si realmente yo quisiera como no se debe querer, yo sería solidario, pero no lo soy, nadie lo es, soy egoísta, somos, los dos y eso no es malo, es una virtud, lástima que no puedan verlo, tal vez por eso quiero que te quedes ¿Qué satisfacción más grande habría? Entonces digo, no me importan tus argumentos, lo que sé, es que sería más infeliz, aunque tal vez más sabio, si te vas definitivamente. Y en el ínterin alego: podría (por qué no) gustarte ese juego, del que está hecha la especie.

"Así que adiós, pero por favor no te lleves mi corazón" Viajante de viajantes, con la mente volamos a donde queremos, porque si yo puedo oler los cafés de Nueva York sin siquiera haber pisado un aeropuerto, podemos estar en el lugar más perfecto y más mentado, abstraído de realidades chavacanizadoras. Lo mejor está en los sentidos que desean, en la imaginación de las sensaciones, de las ideas absolutas; donde queremos, donde sabemos: el caribe, la estepa rusa, el Tibet; es la magdalena de Proust que nos transporta. "Pero recuerda esto: cada otro beso que alguna vez des, mientras los dos existamos; cuando necesites la mano de otro hombre, ese con el cual realmente puedas rendirte, yo te esperaré, como siempre lo hago. Es que hay algo ahí que no se puede comparar con ningún otro."

Y tal vez si deseo, el deseo debería ser eterno, porque ahí podría encontrar el punto exacto donde exploten mis emociones... tal vez quedarse en vigilia eterna sea lo incorrecto, eso que quiero que quieras hacerme hacer, como Humprey Bogart nunca lo hubiera hecho (por eso busco su imagen en un Cary Grant).


"Tal vez, sólo tal vez, hayas estado besando a un tonto..."