martes, 31 de marzo de 2009

To write



Deleuze

Escribir es acomodar el lenguaje bajo la fascinación y, a través de lenguaje, en lenguaje, queda en contacto con el absoluto milieu, donde la cosa se convierte en imagen otra vez, donde la imagen, que ha sido alusión a una figura, se convierte en ilusión de lo que es sin figura, y teniendo una forma esquematizada en ausencia, se convierte en la uniforme presencia de esa ausencia, la vacía y opaca apertura de lo que es cuando no hay más mundo, cuando no hay más mundo todavía.

Maurice Blanchot, “The Essential Solitude”
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Alguna vez dije que yo debía llenar los espacios vacíos dejados a la hora de sentir emociones que escaparan a las representaciones clásicas de la muerte y del “amor”. Qué engañado; aunque mis aspiraciones cognitivas se basen en la relativización y crítica de conceptos básicos modernos, no puedo obviar estos hechos, sentimientos absolutos, simplemente porque todos mis anhelos artísticos, mis críticas, no tendrían sentido sin ellos como moderadores: la vida no sería vida (valuable) sino comprendiera lo mal gastada que puede llegar a resultar en manos mediocres.


sábado, 21 de marzo de 2009

Dandi

Quentin Crisp


'Why are you weeping?' said Bembel Rudzuk.
' I am suffering from an attack of history,' I said.
'It will pass,' said Bembel Rudzuk. -


Pilgermann, Russell Hoban, b. Feb 4 1925



Un arte de vida:

Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa,
tu corbata de tarde, la carta que le escribes
a un amigo, la opinión sobre un lienzo, que dirás
en la charla, pero que no tendrás el torpe gusto
de pretender escrita. Beber, que es un placer efímero.
Amar el sol y desear veranos, y el invierno
lentísimo que invita a la nostalgia (¿de dónde
esa nostalgia?). Salir todas las noches, arreglarte
el foulard con cariño esmerado ante el espejo,
embriagarte en belleza cuanto puedas, perseguir
y anhelar jóvenes cuerpos, llanuras prodigiosas,
todo el mundo que cabe en tantas euritmia.
Dejar de amanecida tan fantásticos lechos,
y olerte las manos mientras buscas taxi, gozando
en la memoria, porque hablan de vellos y delicias
y escondidos lugares, y perfumes sin nombre,
dulces como los cuerpos. ¡Qué frío amanecer entonces,
qué triste es, qué bello! Las sábanas te acogerán
después, un tanto yermas, y esperarás el sueño.
Del día que vendrá no sabes nada. (No consultas
oráculos.) Te quemarán hastíos y emociones,
tertulias y bellezas, las rosas de un banquete
suntuario, y las viejas callejas, donde se siente
todo, en el verano, como un aroma intenso.
Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa.
Y si todo va mal, si al final todo es duro,
como Verlaine, saber ser el rey de un palacio de invierno.


Luis Antonio de Villena

miércoles, 11 de marzo de 2009

The motorcycle boy reigns


That’s right, Rusty James. These are Siamese fighting fish.


Blanco y negro. Eran dos, dos en uno, él hábil con la moto, rápido con los puños, y misterioso de por sí. El otro era nostalgia, mirada escapada, y el rumbo infinito de una levedad, de una duda, duda que por privativa, estaba lejos, muy lejos, de ser un conflicto expuesto. Los dos eran bellos. Blanco y negro. No había otra posibilidad de existencia, los colores no eran una opción, la circunscripción a lo dual, a esos mundos acortados daba por elección un marco de pintura más amplio. Sólo por elección. Blanco y negro. Los colores viven, ellos lo sabían, ya no había salida posible. Salvajes e inciertos, conjugados en uno, un gris, entre la calle y el mundo de las ideas, entre la intelectualidad nata, y la ley de la calle. Blanco y negro. Gris. Relato perfecto, la metáfora de lo verdadero, hacia la elevación especifica. Arte.

Muerte, no había nada más perfecto que la muerte, no había nada mas encauzado a la muerte como ese gris. Más grande que la vida, su destino era la muerte, su peso era muerte, si no dejaba de ser, convertido a colores vivos. Blanco y negro. Gris. Fisuras de luz ¿Cómo describir en la ausencia de estructura? ¿Cómo describir bajo esa fascinación? Él era su propio lenguaje, con sus sentidos, sus significados, sus significantes. Él era el lenguaje de lo bello.

jueves, 5 de marzo de 2009

Love.


Sí, sí, esto es lo que quería, es lo que siempre quise, volver al cuerpo en que nací.

Song, Allen Ginsberg.