viernes, 21 de octubre de 2011

Lo frío y lo cruel





Los amantes de las prostitutas
son felices, dispuestos, satisfechos;
en cuanto a mí, tengo los brazos rotos
por haber abrazado las nubes.

Lamentaciones de un Ícaro, Charles Baudelaire.



Como el fluir de mi conciencia, respirè sabiendo que el transcurrir es un placer efimero pero perenne. Fuerte impulso el de prescindir de la emoción, fuerte impulso es no sentir en el fondo del corazón, en el centro de la piel, esa pasión fría y lógica, ese amor racional, ese puro y exquisito amor a lo racional.